“El hombre no puede saltar fuera de su sombra”

Antes de irse, Zeink iba a pasar la noche con su familia y su mujer, preparó en los jardines una velada al puro estilo tradicional de su tierra.

Le obsequió a Valkiria un hermoso vestido vaporoso de su tierra y algo más:

—¿Qué es eso Zeink?

—El oro Fadel y piedras preciosas de las minas de mi familia.

Era un collar hermoso que combinaba con su ropa.

—Es bellísimo.

—Me honra que te guste—sonrió—ahora es tuyo.

Ella jamás usó algo tan costoso como eso y le dijo:

—Es raro… Me gusta, pero no soy enseñada a usar estas cosas.

Zeink sacó un cofre con hermosas joyas y piedras preciosas:

—Como mi esposa debes adornarte como la bella joya que eres.

Era abrumador todo aquello.

—¿Laqad juninat?

(Te volviste loco)

—Sí, desde que te conocí.

—Zeink… Soy solo una chica de Texas, ruda, que monta a caballo y que no respeta tradiciones.

—Lo sé y me robaste el corazón, las utilizarás moderadamente y cuando viajemos a Dubai con los niños ellos