Ante las palabras de su joven alfa, Gino sonrió.
Normalmente, no se habría hecho tanto alboroto por alguien nuevo, sin embargo, a sabiendas de lo que el joven acababa de pasar, todos los que habían sido informados, se pusieron manos a la obra para que Leo y sus pequeños se sintieran bien recibidos.
―Voy a ayudarlo ―le dijo Gino a Anna alborotando su cabello antes de acercarse a Leo y a Izan para presentarse
Pronto, a Gino se unieron Neilan y Marcia, quien había atrapado a Cara en un abrazo y le susurraba palabras de ánimo.
Tal escena, conmovió el corazón de Dante, pues sabía de sobra, que así de cálida, era toda la gente de Loto de Luna.
― ¿Sabes algo? ―le preguntó a Anna en un susurro ―Voy a necesitar a alguien a mi lado para que me ayude a unir nuevamente a mi manada, ¿conoces a alguien que le interese el puesto? ―
Ante su pregunta, la joven resopló antes de empujarlo suavemente
―Tonto, yo siempre estaré contigo, somos un equipo, ¿r