8

No había podido conciliar el sueño hasta muy entrada la madrugada cuando ya casi amanecía, los ojos contradictoriamente inocentes y llenos de lujuria del chico aún permanecían en su mente cada vez que cerraba los suyos, aún tenía en su tacto como se habían sentido esos suaves cabellos que apretó entre su mano, en sus oídos aun retumbaban sus dulces gemidos y su voz rasposa por tragar su corrida llamándolo Daddy y su cuerpo aun temblaba como si tuviera una réplica de aquel orgasmo placentero y explosivo, y era obvio que su verga también recordaba cómo se había sentido esa boca color rosa que la consumía como si fuera una necesidad vital

Unos golpes provenientes de su puerta lo despertaron sacándolo de su ensoñación, una fuerte y dolorosa erección acampaba bajo su sabana, recordándole todo lo que había sucedido y en lo que había estado soñando, el sol entraba por su ventana lo que le indicaba que era más tarde de lo habitual, Taylor nunca había necesitado programar alarmas, Su reloj bio
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo