"Por supuesto,” dijo ella, “y también hay un tercer motivo: encontrarte a ti…" Al terminar, vio un destello de disgusto en los ojos del chico.
Alina ignoró su expresión y continuó: "Me gustabas. Tanto que estaba dispuesta a estudiar con esfuerzo, sin importar nada más, solo para poder estar en la misma clase que tú, y estar en la misma lista de calificaciones. Sabía que este tipo de amor solo podía llamarse enamoramiento secreto, un enamoramiento amargo y vergonzoso." Se rió irónicamente.
"Si no has escuchado esto antes, entonces probablemente nunca te lo habría dicho. Probablemente, pensarías que esta es la segunda vez que te confieso..." Terminó de reír y volvió su mirada hacia él, esta vez con sinceridad.
Él levantó ligeramente las cejas, y aunque la frialdad y el disgusto en su rostro se suavizaron un poco, su mirad