Vuelve a Amarme, Mi Luna Esclavizada
Vuelve a Amarme, Mi Luna Esclavizada
Por: Valentina S.
¡Ven conmigo!

Pov Luna Lilian.

Hoy es un día muy importante para mí.

Mi Alfa Damian tiene que cenar conmigo, que es algo que espero con impaciencia, por lo que me he pasado todo el día preparando la comida.

Incluso me quemé accidentalmente los dedos intentando hacer una deliciosa pata de camello asada.

Es un manjar específico del desierto y un ingrediente raro y precioso. Me llevó mucho tiempo conseguirla.

No espero que se muestre muy entusiasmado conmigo, sólo espero que cuando coma pueda recordar que aún le soy algo útil. Pensando en esto, bajé la cabeza con frustración.

Al ver el hilo rojo brillando tenuemente en mi muñeca, supe que Alfa estaba aquí, era la prueba de que Alfa y yo estábamos destinados a estar juntos, pero él no me amaba.

Era como una ironía que yo fuera la luna más perdedora del mundo porque no podía ganarme su corazón.

—El Alfa ya está aquí.

Se apresuró a entrar.

- Mi Alfa, yo... - Intenté describirle lo que hice, porque era la única oportunidad que tenía de estar a solas con él este mes.

Pero ni siquiera levantó la cabeza para mirarme. Se limitó a apartarme y a mirar la comida que yo preparaba en la mesa, como si estuviera buscando algo.

De repente, levantó la cabeza y me miró, sus ojos como siempre, llenos de hostilidad y desprecio por mí.

Sabía que esta vez no se quedaría mucho tiempo.

Las primeras veces incluso se limitó a pedirle a su Beta que me avisara con antelación, y de todos modos no vino.

Estoy muy contenta de que esta vez pueda venir.

Le he movido la silla, pero no tenía intención de sentarse, lo cual entraba dentro de mis expectativas.

Si no fuera por la tradición milenaria de la manada, que obliga a cada líder Alfa a tener una comida en Luna en la luna llena de cada mes, y cada Alfa debe respetar la tradición, ni siquiera quiso quedarse ni un minuto más en mi habitación.

— Toma la pata de camello asada y empácala.

Lo sabia, esta vez he vuelto a perder.

— ¿Pero la cena ya terminó antes de empezar?— Pregunte, intentaba fingir ser fácil para aliviar la incomodidad, aunque sabia que se iria pronto.

— Envíalo al No. 1, Sala de Cuidados Especiales del hospital, Lorena se lo come. También puede reponer sangre y sentirse mejor.—Damian no me hizo caso, solo le dijo a su Beta con severidad.

Al escuchar sus palabras me quedé aturdida, sin creer lo que escuchaba.

—Los otros platos son demasiado picantes para la recuperación de Lorena, échalos inmediatamente.

— A sus ordenes, mi Alfa.

Solo entendí que era real, que había escuchado correctamente cuando vi a la criada tomar la pata para empacarla y echar otros platos como basura, mi corazón se rompió, dolía mucho ver cómo todo mi esfuerzo era ignorado y dado a alguien más, sin importar lo que yo sentía.

Él quería darle la cena que preparé cuidadosamente para él a otra mujer. ¡Todavía solo se preocupaba por esa mujer, su hermana adoptiva, princesa Beta Lorena.

Mientras me quede atónita, la puerta del vestíbulo volvió a abrirse y su figura desapareció de mi vista, sopló un viento frío y la criada que estaba a mi lado no pudo evitar estornudar, pero yo sólo me sentí entumecida mientras volvía a la mesa del comedor y recogía los platos llenos de grasa.

Yo era su compañera destinada ,me entere de eso cuando mi padre adoptivo me entregó hace dos años para compensar las deudas de el.

Desde el día en que lo conocí vi que había un vínculo irrompible entre nosotros.

Pero cuando Damian me vio por primera vez creo que me miró con asco, indiferencia y a la defensiva, me menospreció por lo que soy simplemente porque tengo poderes especiales, soy una Omega con poderes curativos, en otras palabras mi sangre tiene la capacidad de curar, cualquier herida en mi cuerpo que atravesara mi piel se curaba en cuestión de minutos sin dejar cicatriz. Así que mi padre adoptivo me envió a Damian, y el, me acogió a regañadientes por ello.

--Luna, Luna ! ¡El Alfa, el Alfa ha vuelto!

Sospechando que me había oído mal, dejé el plato, me lavé las manos y fui a saludar a Damián, con el corazón latiéndome involuntariamente, esperando que se diera cuenta de que le quería.

Se apresuró a entrar, todavía con el aire frío del exterior.

--Lilian.--Me llamó por mi nombre desde el vestíbulo.

--Mi Alfa.-- Dije un poco a modo de disculpa, limpiándome apresuradamente las manos en el delantal. Salí, pensando que por fin mi Alfa Damian había entendido algo.

--Ahora ponte inmediatamente el abrigo y ven conmigo al hospital. --ordenó.

--Que??

Me tembló el corazón, estaba totalmente equivocada, no era que el me necesitaba ,sino que en el hospital, Lorena me necesitaba y me diría que fuera a...

Una sensación familiar de opresión regresó y sentí que no podía respirar.

-¡Ven conmigo! --gritó contrariado, interrumpiendo mis pensamientos, tirando con fuerza de mi brazo y dirigiéndose a la puerta.

Su tirón hizo que me doliera el brazo, pero más me dolía el corazón.

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