24| Móvil desaparecido.
Portia suspiró al otro lado de la línea, nadie en el mundo la entendía como ella, pero Helene la había dejado de lado después de la boda fracasada y creyó que estaría furiosa, en cambio, le dijo:
— Ay mi hermanita, cuanto te he extrañado, no quería molestarte, sabía que quería este momento para ti y sentí que estabas bien.
— ¿Y qué sientes ahora?
— Miedo — su conexión de gemelas nunca fallaba — dime qué pasó.
— Estoy en Ciudad Costera, en un curso de pilotos dictado por Aeromaya — Portia escuchó todo atentamente, aunque Helene no le contó lo de Bertinelli, sí dijo lo que pasó el primer día y como Itsac la salvó de un robo. Le contó lo que había hecho en el avión 117 para devolverle el favor y como él se había enojado — siempre la cago, eso es lo que he hecho en toda mi vida, cagarla — Portia respiró.
— Difiero de esa opinión, pero, ¿qué vas a hacer al respecto? ¿renunciar?
— Yo…
— Es lo que has hecho desde que dejamos el modelaje. Estudiaste actuación, y lo dejaste, te me