--- Diego Sánchez ---
Luego de varios abrazos y lágrimas por parte de mis familiares y amigos cercanos, subimos a la camioneta de mi padre y fuimos a comer.
No me lo tomen a mal, pero esa reunión estaba bien, no obstante, yo necesitaba un buen baño y dormir, por fin dormir en una cama cómoda y calentita, así que me despedí de todos y fui hacer lo que traía en mente. Dormí toda la tarde y noche, por el momento no contaba con celular, mis padres me habían quitado todo.
El celular solo lo quería para marcarle a ella, en el pasado desde mi ventana podía ver su ventana, así que me asome, topándome con una gran sorpresa, su sencilla casa ya no estaba, las paredes de su modesta casa y colado de teja ya no estaban. En su lugar ahora estaba una casa de dos niveles y la rodeaban unos altísimos muros, inmediatamente, un escalofrío recorrió mi espina dorsal, solo había una explicación a ello, ella junto con su familia tal vez salieron huyendo de mí, tal vez vendieron su hogar y se fueron de aquí.