—No estoy seguro, pero es una posibilidad. —Julio tenía las mismas preocupaciones que Sofía. No creía que Lucía fuera de las que dejaban pasar las cosas. Posiblemente el incidente fue un ataque dirigido contra él.
Sofía enarcó una ceja. Con una pizca de sarcasmo, dijo:
—Todo es culpa de alguien por romperle el corazón y enfadarla.
—No me culpes, Sofía.—Julio hizo un gesto con las manos. No quería admitir que era un rompecorazones—. Perdí mis recuerdos. Pero lo más importante es que, incluso cuando tenía amnesia, no tenía ninguna intención de juntarme con Lucía. Ella inició nuestro trabajo juntos, pero yo no tenía ninguna otra intención con ella. —Julio sintió que tenía que dejarlo claro por si a Sofía le causaba malestar.
Sofía murmuró en respuesta. No sabía si se lo creía o no.
Julio quiso explayarse, pero ella se apresuró a decir:
—Ya lo sé. No hace falta que me expliques tantas cosas.
—Eso no servirá. No tengo la obligación de explicar nada a otras personas, pero debo hacerlo cuan