Maxine.
–¿Estás lista? – me pregunta Trevor.
Me pongo un poco de perfume en la parte trasera del cuello y asiento con la cabeza, vamos a cenar a un gastrobar ubicado en una de las mejores zonas de Flagstaff, creo que nos hemos hecho viejos porque ahora preferimos una cena y música relajada que irnos de juerga a bebernos hasta el agua de las plantas de cualquier antro por ahí.
–¡Te ves maravillosa, Prior! – él se acerca por mi espalda – me encanta ese perfume – susurra haciendo que los vellos de mi cuerpo se ericen completamente.
Yo sonrío como una idiota y dejo que él enrede sus manos en mi abdomen mientras me abraza por la espalda, me gusta sentir su cuerpo grande y musculoso acunándome, es como si estuviera a salvo y nada fuera a pasarme siempre y cuando estuviera entre sus brazos.
Quisiera sentir esto por el resto de mi vida.
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