Vientre De Alquiler Para El Alfa
Vientre De Alquiler Para El Alfa
Por: Maya Briceño
PRÓLOGO

— El alfa necesita un heredero — exclamó el anciano más viejo de los cuatro del alto mando llamado Norte, que solo se encontraba con el anciano Fei-Fei mientras que los demás estaban ocupados arreglando el trato con la otra manada.

— Ya estás en edad de dar herederos a la manada, así se podrá unir con más fuerza con la manada de “Laguna Azul” — explica el anciano joven Fei-Fei que se encontraba más actualizado del mundo que los otros tres.

— Bien, lo haré, pero no pienso hacerlo de la manera que quieren — habló por fin el joven Alfa.

— ¿Sin consumir el matrimonio? — preguntó incrédulo el anciano Norte, que no le parecía para nada bien la idea que a continuación iba a dar el joven alfa.

— Exacto, sin tener que consumir el matrimonio, será por inseminación, total, es un matrimonio por contrato que ustedes mismo me impusieron sin mi opinión — responde explicando la situación haciendo que el anciano comenzara a quejarse con Fei-Fei quien solo miraba al alfa con calma.

—Estás loco, Alfa Luan — discute sin miedo el anciano Norte.

— No tengo tiempo de casarme ni de hacer un heredero, pero aquí estoy para hacer lo que a ustedes gustan, caballeros. Así que solo queda aceptar lo que puedo ofrecer, encima de que queda menos de dos semanas para casarme — se encoje de hombros el alfa desde su silla.

— Bien, que Deborah se haga los estudios y después de la boda se haga el procedimiento para el heredero — los dos miran al anciano más joven Fei-Fei, como si el aceptar tal cosa, fuera bueno para el anciano Norte y los demás que aún no sabían de la situación — Esto es la actualidad, si nuestro alfa no quiere tener nada que ver con la luna que le elegimos, pues que sea a su manera, total, boda habrá y unión de manada también, todos ganamos — Norte negaba buscando una manera de rechazar la idea que había puesto el alfa, todos estaban hechos a la antigua y todo lo querían de esa manera, pero era imposible cuando el alfa había elegido la manera de hacer las cosas.

Una vez decidido la manera de traer un heredero a la manada, el alfa se retira de la sala y se encuentra con Robin, el beta y mejor amigo de toda la vida.

— Veo que escuchaste todo — afirma el pelirrojo esperando alguna reacción de su amigo— Esta semana iré a la clínica de tu hermana Ria, a hacerme los estudios, después de la boda inseminaran a Deborah, hágale saber todo el asunto — ordena haciendo que el beta asienta sin decir nada para ir hacer unas llamadas.

(…)

Unos días después, por el otro lado en la academia nacional de música de parís, Ópera Garnier.

— Esmeray, no te ves para nada bien — la morena levanta la mirada hacia su compañera de práctica y piso, hacia no mucho que su madre había muerto y con ello, el estatus y economía de la familia había llegado a la banca rota, como si no fuera suficiente, pronto tendría que retirarse de la academia de música que tanto le encantaba a su madre.

— Estoy bien, estamos a finales del semestre y debo ganarme a Miss Garner — la castaña se ríe y asiente mientras que la morena suspira mirando las partituras frente a ella.

— ¿Supieron? El billonario Luan Moen, se casa en una semana — chismea una chica haciendo que la morena voltee hacia ella — Encima de que es quien nos promocionan ciertas becas, aunque dudo que Esmeray obtenga una — se ríe.

— Ustedes son crueles — Esmeray toma del brazo a su compañera y niega — No puedes dejar que siempre se metan contigo, solo piensan en ese “aclamado billonario” — se queja haciendo reír a Esmeray que se levanta recogiendo su violonchelo que, a pesar de ser grande y pesado, logra transportarlo a todas partes.

— Rose, en serio, no tienes que salvarme siempre, gracias por todo, me tengo que ir — la castaña suspira y asiente. Una vez que Esmeray sale por completo de la academia, respira el aire fresco de la tarde y nota que hoy tenía cita mensual con su ginecólogo, pero para su suerte, le cambiaron el lugar de su cita y a su médico ya que este se encontraba de viaje.

La morena toma un bus a la parada más cerca a la clínica de l'Alma, que al parecer es costosa para el presupuesto que se carga. Después de unos minutos en llegar y bajar, se queda mirando el gran edificio de la clínica.

(…)

Para Esmeray, el estar en un consultorio de ginecología, era un dolor de cabeza, mirar el techo blanco, los pósteres de bebé en cada etapa del embarazo, no la hacía sentir para nada cómoda. La doctora Ria entra al consultorio después de haber estado en cirugía atendiendo un parto, había muchas cosas que hacer en ese momento, entre ellos, atender a dos pacientes ese día, una para una inseminación y otra para una revisión de rutina mensual, pero lo que no sabía era que cometería un error muy grave.

— Listo, he terminado — dice la doctora llamando la atención de Esmeray que solo pensaba en cómo lograr la atención de su maestra de violonchelo para lograr un puesto en el concierto de música en los siguientes dos meses.

— Ah, gracias, ¿Debo seguir con los anticonceptivos? — preguntó la morena mirando a la doctora quitarse los guantes y levantarse de la sillita.

— Ya no es necesario, nos vemos en la siguiente cita — responde para retirarse y atender a la siguiente paciente, Esmeray solo miró un momento el techo y suspiro para levantarse e irse a casa, había sido un día agotador y aun así necesitaba llevarse su violonchelo al hombro.

(…)

— ¡¿Qué hiciste qué?! — el beta del alfa se encontraba en un gran aprieto.

— Creo que inseminé a la mujer equivocada, estaba muy ocupada ese día, lo siento, hermano — Robin solo caminaba de un lado a otro hasta que la puerta se abre mostrando a Luan, el alfa, ambos se quedaron helados al ver su presencia, no esperaban encontrarlo ahí.

— ¿Cómo es que mi esperma desapareció a días de la boda? — pregunta sentándose frente a la doctora — Ria… espero que pueda decirme quien es la mujer a la que inseminaste, porque así, no podré casarme con Deborah porque alguien más tendrá a mi cachorro, eso es un serio problema — Ria traga saliva mirando a su hermano.

— Alfa Luan, ese día vinieron muchas pacientes, entre ellas, estaba Deborah, encima de que estaba atendiendo un parto y… — Robin niega sabiendo que esas excusas no salvarían a su hermana humana de lo que hizo.

— Encuentra a la mujer, Ria, porque de no ser así, demandare a tu clínica y te quitare la licencia, encima de que tu querido hermano estará manchado por completo por el error que cometiste, la manada no lo perdonará dos veces — y con esa frase, se va como llegó.

— Padre me desheredaran — chilla la castaña mirando a su hermano que, a pesar de ser diferente, la ha tratado como su hermana de sangre.

— Tranquila, encontraremos a esa mujer — asiente confiado.

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