Seis años atrás…
Las emociones que estaba sintiendo dentro de mí bastaban para lograr que cometiera una locura frente a la familia perfecta que mi padre había creado. Si no fuera porque mi padre me sacará de la cocina casi arrastrándome quizás le hubiera dejado un ojo morado al imbécil frente a mí.
─¡Déjame en paz! ─grité en cuento salí de la casa con mi padre pisándome los talones.
─Gia... ─se pasó una de sus manos por su cabello y se mantuvo observándome. ─Dijiste que te comportarías ¿Qué pasa contigo?
Mis manos empezaron a temblar y era más que obvio que mis emociones estaban haciéndose presen