POV de Mathilda
Los golpes brutales en la puerta me despertaron del profundo sueño que me envolvía.
No sé cuántas horas había logrado dormir, pues me había costado conciliar el sueño debido al enojo por la actitud molesta de Fredric.
Se escuchó el sonido de una puerta abriéndose; parecía que Fredric ya estaba despierto porque había decidido dormir en la habitación de abajo, mientras que yo estaba en el segundo piso.
“¡Maldito!”
El grito agudo de una mujer llena de rabia resonó, y claramente era la voz de Paula.
Me levanté apresuradamente de la cama para salir de la habitación.
¿Qué había hecho que esa loca estuviera tan furiosa a una hora en que ni siquiera había salido bien el sol?
Por suerte, mi habitación estaba cerca de las escaleras, así que pude mirar desde el borde de estas.
Paula gritaba como si hubiera perdido la cordura; incluso arrojó su bolso, dejando a Fredric confundido.
“¡¿Dónde está esa maldita abuela tuya?! ¡¿Por qué ella--?!”
La frase de Paula se interrumpió con una