Capítulo 7: Me Niego A Perderte
Esa tarde noche fue muy especial para Diana, porque pasó una noche agradable entre charlas y bromas con ellos.
Sinceramente los hermanos Pierce eran divertidos y se notaba su fuerte lazo de hermandad, algo que le daba un poco de envidia porque ella fue hija única y a quien quiso como amiga y hermana resultó ser una serpiente hipócrita.
Por suerte las bromas de los hermanos la sacaron de sus pensamientos pesimistas y la incorporaron a la charla.
Entre las pláticas recordaron el pasado, lo cual fue bueno para Diana, ya que esos eran buenos momentos que valía la pena recordar y atesorar.
Después de la comida, Miguel acabó dormido en el sofá por lo que los mayores rieron y salieron a la terraza para seguir charlando.
- Jeje perdón – dijo Jorge mientras tomaba un trago de su bebida – tener un adolescente es algo difícil.
- Descuida, creo que su forma de actuar es algo linda.
- Veo que ya estás mejor.
- ¿Eh? ¿A qué te refieres?
- Es que vi que estabas muy tri