El reloj marcaba la una de la madrugada; Sean tomó medio vaso de vino, fumó un cigarrillo y miró a su esposa, que dormía profundamente bajo una gruesa manta.
La chica que vendió su virginidad hace algún tiempo finalmente se ha convertido en su esposa. Una noche de pasión realmente hizo crecer el amor en el corazón de Sean.
Sean miró el reloj de pared; se vistió con ropa gruesa y negra, y se fue sin despertar a Lily. Se fue con James, quien ya lo estaba esperando; no se sabe a dónde irán estos dos hombres en mitad de la noche.
"¿Qué pasa si Lily se despierta y te busca?"
"No se despertará". Sean responde con calma.
"¿La has sedado de nuevo?"
Sean niega con la cabeza.
"Debes contarle a Lily sobre tus actividades nocturnas; es mejor ser honesto desde ahora que enterarse por otra persona", advierte James.
Sean suspira profundamente; en realidad, lo que dice James también es cierto.
"¿Solo al puerto, verdad?", pregunta Sean.
James asiente con la cabeza.
Tardaron más de una hora en llegar