SAMANTHA
Verano.
La brisa fresca azotaba mi rostro junto a un olor a campo, árboles, sol, calidez.
Podías ver los rayos del sol colarse entre las flores, mismas que hacían una perfecta alineación entre otras formando una gloriosa vista.
Todo estaba bien. Jodidamente bien.
Abrí los ojos luego de tomar una bocanada de aire, y al abrirlos la felicidad dentro de mi detonó mi corazón. Tyler sonreía como si nunca más pudiese volver a hacerlo, y eso hizo que mi pecho se contrajera sintiendo unas ganas intensas de llorar, pero esta vez no era de tristeza. No podía creer que lo habíamos logrado, al fin lo habíamos echo.
—Te amo— susurró mirándome fijamente.
—Silencio— dijo Liam interrumpiendo el momento, estaba en medio de ambos con un traje gris, casi plateado —Ya casi empieza— sonreí y miré sus manos, temblaban.
—Oye— dijo Tyler a Liam —Trata de no desmayarte —Liam rodeó los ojos.
—Trata de no hablarme mucho, por que no quiero estresarme, y si me estreso todo saldrá mal, y si sale mal me des