Capítulo 62. Cazador y presa
—Elsbeth, quiero que después del almuerzo me lleves a los almacenes, me presentes al personal, me muestres todo lo que deba saber para dirigir este castillo.
—Señora, ahora es diferente, el señor dijo que debía usted preguntar todo a Camila…
—Yo no escuché esa parte Elsbeth, ya sabes, tengo problemas de memoria —Marina le hizo un guiño y la anciana sonrió.
—La verdad ahora yo no tengo la misma concentración de antes, me están pegando los años.
Ambas sonrieron y procedieron a servir el almuerzo a los clanes, fueron pocos los que eligieron pescado por temor a conocer una comida nueva, así que la feijoada se acabó y sobró pescado.
—Necesito que el pescado que quedó sea desmechado, para mañana haremos un pastel con patatas, así quedará muy bueno, necesitaré algunas especias y alcaparras, espero que hayan y no arruinar al clan por unas alcaparras.
Elsbeth la miró con una sonrisa.
—El jefe jamás ha sido tacaño, creo que estaba celoso.
Marina frunció el ceño, pero