11- El testamento.
Marina estaba sentada en su cama,ya se había terminado de arreglar y no tenía el valor de bajar al estudio,donde se llevaría a cabo la lectura del testamento de Joseph Parker.
No tenía ánimos para soportar las impertinencias de Gilbert y decidió esperar el momento exacto en que llegarara el notario.
A pesar de no haber conocido a su padre la joven sintió un hondo pesar por su muerte,tenía tantas ganas de conocerlo,su madre le habló bonito de Joseph y en el corazón de Marina no había ningún rencor hacia su padre.
Suspiró hondo y un par de lágrimas salieron de forma espontánea.
-¡Te extraño tanto mamita!-.Sintió que se asfixiaba y salió al balcón a tomar aire.
Ya eran las seis de la tarde cuando vio un auto muy lujoso estacionarse en la mansión,era el notario.
-¡Esto apenas comienza!-.susurró al ver a ese caballero de edad mediana y traje oscuro entrar a la residencia.
Angelo Acosta también era el apoderado del difunto y estaba a cargo de hacer cumplir lo estipulado en ese testamento.