Mi café fue expulsado y miré a Adriel empapado entonces me puse a reír de manera descontrolada.
— Discúlpame — le dije levantándome y tomando una servilleta para limpiarlo — es que eres un exagerado con tus sorpresas.
Lo limpie y le sonreí entonces me tomó de la cintura, le di palmadas en la mano para que me soltara y miró a la chaparrita sumamente roja.
— No puedo hacer un viaje tan largo así que tú sorpresa no se va a poder realizar, la chaparrita va a ir de viaje y necesito ayudarle a preparar sus maletas.
— Oh ya veo, bueno quizás en otra ocasión va a ser.
— Vale, chaparrita una pregunta — le dije tratando de cambiar de tema entonces ella me miró.
— ¿Qué pasó?— preguntó intrigada.
— ¿Llamaron de donde la señora Marisol para reunirnos?
— Sí, dije que no ibas a poder ir ya que estabas trabajando y por lo tanto yo tampoco podía ir.
— Ya veo, lo mejor es dejar de asistir a esas estupideces donde solamente se reúnen para aparentar ser una familia.
— Disculpa que me entrome