Nosotros estuvimos unos días más en Atenas y luego nos fuimos a Francia, el vuelo duró más de un día por lo que al llegar al hotel de la familia Lund caímos directamente a la cama.
— Lu, amor — Adriel me dió un beso — vamos tienes que comer algo y no estar hibernando como un oso.
— Tengo sueño — abrí uno de mis ojos — ¿Qué tienes para comer?
— Comida francesa — él rió — recuerda que estamos en Francia y no en otro país.
Me levanté un poco perezosa pero eso se fue al demonio en el momento que miré la comida perfectamente servida, fui al borde de la enorme cama y comencé a comer como si no lo hubiera hecho en cien años.
— ¿Qué quieres hacer? — Adriel lamió la comisura de mis labios — el hotel cuenta con un spa y otras cosas por si no deseas salir.
— Me parece perfecto que nos quedemos en el hotel por unos días pero ya después podemos ir a algunos sitios turísticos, claro está si no estoy abusando mucho.
— Claro que no, Aimee me dió una tarjeta con fondos ilimitados para poder gastar en