(POV: Ishtar)
El polvo aún flotaba en el aire, como si la ciudad entera contuviera el aliento.
Estábamos en los alrededores del último punto impactado. Una zona residencial del sector este, parcialmente arrasada por el ataque. Casas en ruinas, calles agrietadas, medallones olvidados brillando entre los escombros. Algunos estudiantes habían sido enviados a colaborar en la búsqueda de sobrevivientes; otros simplemente trataban de no parecer tan asustados.
Yo intentaba recordar cómo se respiraba sin sentir culpa.
Mike se dejó caer junto a mí con una tabla quemada en los brazos, sonriendo como si estuviera mostrando un trofeo.
—¿Y si mejor usamos este? —sugirió Mike, levantando una tabla rota con más entusiasmo que sentido común.
—Eso está carbonizado, Mike —le dije, alzando una ceja—. No sirve para apuntalar nada.
—Pero le da onda, nena. Mira ese borde chamuscado… como yo cuando me enojo. Pura estética —añadió, girándola entre sus manos con una sonrisa de idiota orgulloso.
Rodé los ojos,