PARTE DOS: PADRE DE UN HIJO NO NACIDO
CAPÍTULO DIEZ
PARTE UNO: LA TRAICIÓN
CAPÍTULO DIECINUEVE
Finalmente llegaron al hospital donde la amiga de Andrea debía de estar esperando por ella. Era momento de poner todas las cartas sobre la mesa.
Cuando bajaron del auto todo lo que pudo ver Diego era la soltura con la que ella se manejaba en ese lugar. El hospital parecía ser de gente con clase, gente que tenía el dinero para pagar una sola consulta lo que a él le podría estar costando todo el tratamiento de su hija. Sin duda esa gente no sabía valorar lo que era bueno en la vida.
—Un verdadero gusto verte por aquí —dijo la amiga de Andrea.
—Sí, hace tiempo que no vengo.
—Ya sé que eres una mujer sana, no necesitas venir pero tampoco confíes tanto en los que tu cuerpo puede hacer ahora pues mañana, todo puede cambiar.
Andrea rió. —No tengo mucho tiempo para estar viniendo. Como sea, aquí está la persona a la que quiero que le practiques lo estudios.
En ese momento la doctora volteó a ver