—¿Realmente quieres hacerlo? ¿Tienes ánimo, no te duele nada?
—Estoy y me siento muy bien.
Así caminaron juntos hasta la habitación, donde Camilla poco a poco empezó a quitarle la ropa a su esposo, lo recostó en la cama, mientras ella se quedaba en ropa interior. Y así comenzó a deleitarlo con sus b