—No me voy a quedar aquí, voy donde papá, y si voy a correr ¡Maldición! —dijo parándose y sosteniéndose de la pared.
—Espérame un momento por favor—manifestó su hermano.
Se recostó de la pared y cerró los ojos, no le podía estar pasando eso, como por una impulsividad del momento había tirado su mayo