El grito se extendió por toda la casa, y en ese mismo instante Jake supo por qué tenía aquel presentimiento atenazándole el pecho.
Se lanzó de la cama, corriendo hacia la habitación de su padre, y la imagen de Nina intentando reanimarlo le nubló la vista. No pudo moverse mientras la veía batallar sobre él, comprimir su pecho darle respiración boca a boca antes de volver a intentarlo… todo mientras lloraba a lágrima viva.
Finalmente terminó derrumbándose en el suelo a su lado y encondiendo la cara en la sábana al borde de la cama. No había nada que hacer. Theodore Lieberman estaba muerto.
Jake se tambaleó mientras se acercaba a la cama y veía el rostro sereno de su padre, como si todavía estuviera durmiendo. La opresión en su garganta dio rienda suelta a un sinfín de lágrimas, pero sabía que no habí