Capítulo 58. Soy su niñera
—De verdad, no puedo creer que le dijeras a Lía que podía venir hasta el lunes —comentó Isabelle. Habían regresado a casa.
—¿Hice mal? —preguntó desconcertado.
Leandro podía jurar que Isabelle no tenía rencor hacia su hermana, Lía, pero tal vez y solo tal vez…
—Sí, de hecho, se escuchó muy feo. Va a pensar que no queremos recibirla en casa —argumentó, caminando detrás de él, subiendo a la habitación del niño.
—¿Quieres decir que estás molesta porque le dije que viniera hasta el lunes y no porque acepté recibirla sin preguntarte? —cuestionó, acostando Alessandro en la cuna. El niño seguía dormido.
—Sí.
—¡Solo fui sincero! No eché a Carolina el fin de semana y hasta me faltó poco para mandarla con gastos pagados para tener a Lía en casa —se defendió.
Isabelle casi sonrió.
—Pero Lía, no es Caro.
—Lo sé muy bien, Isabelle. Sé muy bien cuanto le debo a mi hermana, pero quiero un día a solas contigo y con nuestro hijo —se quejó, caminando hacia Isabelle. Ella se cruzó de brazos—. Voy a disc