* * * * * * * * Lorey * * * * * * * *
—Ay, tocan el timbre —susurro a la vez que me separo de Chiara y procedo a limpiarme mis lágrimas con delicadeza.
—Sí, debe ser Francis —menciona ella al sonreírme mientras me ayuda a desaparecer todo rastro que diera evidencia de mi momento de sensibilidad y desahogo.
—Ve a abrirle por favor —le pide serena—. Yo creo que… —me alejo lentamente de mi amiga para ir hasta la cómoda en la cual estaba mi maquillaje y la que tenía un hermoso espejo para observarme mientras me arreglaba y me peinaba—. Diablos —susurro al ver mis ojos—. Creo que… retocaré un pcoo mis ojos o… —me observo atentamente— solo los limpio y voy así; no quiero retrasarlos.
—Podemos esperar hasta que termines de arreglarte, Lorey; no hay problema —precisa mi amiga, muy comprensiva.
—No, no, no se preocupen —le pido—. Ve a abrirle la puerta a Francis; yo ya salgo —le aviso—. Solo limpiaré un poco esta zona y salgo.
—Dije que podríamos esperarte…
—Y yo dije que no quiero retrasarlos