***************LEONARDO****************
—¡Todavía no puedo creer que lo haya logrado! —exclama contenta mientras sigue sobre mis pies; yo sonrío feliz al verla que ella también lo estaba.
Era muy extraño, pero... era cierto; verla feliz, me hacía feliz y... no podía negarlo.
—Estoy muy feliz —expresa de pronto; y yo le vuelvo a sonreír a la vez que me provoca tomar sus mejillas para volver acercarla a mí y besarla; y no me contengo; lo hago.
Lorey me corresponde el beso y yo empiezo a saborearla. Juego con su lengua, exploro el interior de su boca con total tranquilidad, como si tuviésemos todo el tiempo del mundo; sin embargo, la hora seguía avanzando y ya pronto amanecería en Ibiza.
—Gracias, Leonardo —susurra nuevamente cuando nos hemos separado.
—Nada que agradecer, Lorey —respondo sereno al mirar fijamente; y ella sonríe.
—Se supone que deba hacer algo más.
—¿Algo más?
—Sí —contesta sonriente.
—¿Qué cosa?
—Mis pies —señala con cierta diversión—. Imagino que los tuyos estarán a pu