NATANAEL DÍAZ
—Natanael, necesito que hablemos— ya habían pasado un mes del doloroso acontecimiento con Laura, de ella no tenía idea de donde estaba.
Solo se que se llevó a mi hijo y desde ese día. No he tenido ningún tipo de comunicación con ellos. Era la burla de todas las personas acá.
Todos sabían que estaba en quiebra y ni siquiera salía de mi apartamento para que no me siguieran diciendo, pero ahora Jane estaba hablándome al celular y de verdad que no entendía el por qué.
Ya habíamos quedado de acuerdo del error qué pasó esa noche y ahora, después de tanto tiempo volvió a hablar conmigo.
—¿Otra vez?— me frustré— creo que nosotros habíamos llegado a un acuerdo o ¿No lo recuerdas? Todo me sale mal cuando estamos juntos y pienso que si me vas a decir las cosas es mejor que sean por acá.
Quiero evitar a toda costa cualquier contacto con ella.
—Lo que te voy a decir es muy urgente y por teléfono no me siento cómoda hablando estas cosas— su voz estaba empezando a sonar quebradiza. No