Hanna
— ¿Qué estás haciendo aquí?
Mamá me mira desde la puerta de la entrada y lo único que puedo hacer es regresarle la mirada, antes de decir:
—Hola, mami.— le digo y veo como sus labios comienzan a temblar, haciendo que mi voz se rompa un poco cuando le digo— He venido a verlos.
En menos de un segundo mi madre ha atravesado la habitación y ahora me tiene envuelta en un abrazo, que aunque reconfortante, también es agridulce.
—¡Oh, Hanna, debiste avisarme que vendrías! —me dice, antes de separarse de mí y verme con ojos entrecerrados antes de agregar— ¿Cómo has conseguido dinero para el vuelo? ¿Dónde te estás quedando?
Trago con fuerza porque sé que aquí es donde las cosas empezarán a ponerse verdaderamente incómodas.
—Bueno, ha sido una invitación en realidad.
Nada más decir aquello veo como mi madre frunce el ceño.
—¿Invitación de quien?
—Mía— la voz gruesa y varonil de Jason hace que mi madre gire de inmediato el rostro, solo para ver a Jason al otro lado de la cama de Ch