47. ¿Todo bien, gatita?
Jason
La semana en Londres se ha ido volando, la gatita se ha tomado muy en serio su papel como guía turística y aunque me encanta hacerla rabiar diciendo que ya conozco los lugares a los que me lleva, no voy a mentir, me he divertido muchísimo, en especial cuando regresamos al hotel y me pierdo en su cuerpo.
Cada día que pasa me asusta más el rumbo que está teniendo la relación con Hanna, mañana se cumple el mes del contrato y yo lo único que puedo pensar en que no quiero que lo que tenemos termine y eso no debería pasarme.
Por otro lado, aún no le he hablado del tema del matrimonio, es que ¡Por Dios! No tengo idea de cómo empezar a hablar de ello, pero supongo que al regresar a Los Ángeles debo hacerlo. Sé que el abuelo no va a dejarlo pasar.
Sin embargo, mientras eso pasa voy a enfocarme en disfrutar este viaje, y ahora estamos a solo horas del dichoso reencuentro de egresados y solo puedo pensar en lo mucho que me voy a divertir viendo la cara de esos hijos de puta cuando los