Narra Erik.
Estoy furioso conmigo mismo no sé qué me pasa que no puedo matar a esa loba o usarla para matar a Vladimir. No entiendo en qué momento mi plan cambió. Sé que mi padre tiene que estar revolcándose en su tumba por mi debilidad, está loba ha llegado a poner mi mundo de cabeza, ya no hago más que pensar en ella y cuando la lastimo me siento mal. Pero tengo que tener presente que ella es la hija del asesino de mi familia y no puedo caer ante la tentación de tenerla, para ella no hay un lugar en mi cama ni en mi corazón.
— Hola, primo, ¿y tu mascota dónde la dejaste amarrada? — pregunta mi primo Liam entrando a mi oficina.
—Estás muy pendiente de mi mascota. — le respondí con molestia.
— Para qué te voy a mentir si como quiera sabrás que me gusta esa loba. —me dijo sonriendo.
—Parece que se te olvidó que el padre de esa perra es el asesino de m