Vanessa llegó del trabajo a su apartamento, saludó con las niñas, y miró a su mamá en la cocina finalizando la cena, cantando muy alegre.
—¿Cómo están? —averiguó Vanessa, mientras besaba la frente de ambas.
—Bien mami, terminamos pronto las tareas, y tenemos que hacer una maqueta, pero nuestro papá no llega. —Ava frunció el ceño.
—Ryan fue a visitar a la señora Rose, me pidió que les dijera que no iba a demorar, que tuvieran las cosas listas. —advirtió.
—Bueno ya empezamos a diseñarla —avisó Hope y señaló a la mesa.
Vanessa abrió sus ojos, sonrió complacida, y se acercó a mirar lo que ya habían elaborado.
—Veo que cuando seas grande seguirás los pasos de tu papá, serás una muy buena arquitecta —comentó y le acarició la mejilla—, está quedando muy bien, sigan trabajando, me lavo las manos, me quito esta ropa y las ayudo.
Las pequeñas sonrieron y volvieron a la mesa. Vanessa se acercó a la cocina, saludó a su mamá.
—Veo que te fue muy bien en esos asuntos, hasta estás cantando.