El Teatro Ambassador estaba rebosante de gente. La audición era cerrada, pero había convocado a muchas aspirantes de la zona y de ciudades vecinas. Deanna había arribado con Leonard, pero cuando llegó el momento tuvieron que separarse y él fue a sentarse a las filas superiores, como cuando la espiaba antes de saber la verdad.
Sacha Feni, el productor, estaba sentado justo en medio de la platea y Marcus iba a venía a cada pedido que le hacía. El tipo tenía fama de ser un quisquilloso, pero ya tenía varias estrellas triunfantes en su haber. Cuando las audiciones comenzaron, el Profesor buscó a su amigo y se sentó a su lado.
- Bien… ¿Qué va a cantar? – Le preguntó.
- Un bel dí vedremo – Le contestó Leonard.
- ¡Mierda! No lo ensayamos nunca –
- No hizo falta, lo va a dejar con la boca abierta de todas maneras –
Deanna había elegido esta aria apropósito. Con ella marcaría el final de su historia con Daniel.
Madame Butterfly, de Puccini, era una historia con la que podía identificarse. Muy