—¡Nunca! ¡Jamás! ¡Y por sobre mi cadáver ella será la mate de otro hombre y mucho menos de Marco!— grito y quisiera tirar toda la casa abajo. Sigo escuchando los gritos de Noemí afuera, intentando buscar una salida. Los hermanos gruñen empujando las ventanas.
—Bueno…entonces supongo que nuestro tra