—Lo siento mucho mi amor, quebraron todo nuestro sistema de seguridad y... — no sé ni qué decirle. La veo llorando desesperada, viendo su casa destrozada. Primero Henry, luego esto. Y cuando ve a Noemí se lanza de rodillas cerca del sofá.
—Noemí…no, no.
Vamos de un lado a otro llevando agua caliente