La noche caía sobre la sierra de Sinaloa y un manto oscuro cubría la tierra ayudándolos a ocultarse. Rob, Adeline, Billy y Harrison habían llegado hasta allí junto a los otros cinco soldados que se habían unido para rescatar a Eve.
La comunicación con Martín había sido intermitente porque si el hombre se dejaba atrapar aquel plan llegaría a su fin. Aunque Rob esperaba como lluvia de mayo las pocas ocasiones en que el hombre se comunicaba y más cuando lograba escuchar a Eve con vida.
Martín había logrado mantener un hilo de comunicación a pesar de los riesgos que eso implicaba y había proporcionado información que no podrían haber obtenido de otro modo para planificar el rescate.
El narcotraficante les explicó que había preparado una bebida para drogar a los que se encontraban en el rancho, pero no podía controlar si todos la tomaban.
El grupo se había convertido en una mezcla peculiar de cinco militares de élite y cuatro civiles decididos a hacer lo que fuera necesario para rescatar a