—Estoy embarazada.
Nelly abre los ojos tanto que creo que se le saldrán de su lugar.
—¿Qué? –cuestiona incrédula.
Aclaro mi garganta y la miro a los ojos.
—Estoy em ba ra za da. –separo la palabra.
—¿Cómo fue que te diste cuenta?
—Diego me lo dijo, estaba insistiendo en que probara medicina experimental y yo no quería. Entonces me dijo que estaba embarazada, que lo hiciera por el bebé.
—¿Cuánto tienes?
—Tres semanas.
—¡Oh por la lechuga, vas a ser mamá!
–brinca emocionada.
—Shh, baja la voz, papá aún no sabe, en unos días es su cumpleaños y quiero que sea sorpresa.
—Tienes que decirle a Jared.
—No lo sé, no ahora. Tengo miedo de que vuelva solo por compromiso. Si decide volver sin que sepa nada sobre este bebé se