Capítulo 89: Alfa Talbot.
Tras unos cuarenta minutos más de viaje, el lobo nos lleva a una vieja zona industrial.
¿Por qué no me sorprende que nos dirijamos a un almacén abandonado?
Diosa, que cliché…
–Detente –le gruñe el lobo a Vince –Saca tu teléfono –me ordena
–¿Cómo? –gruño mostrándole mis manos
–Kendra –
–Hazlo tú –gruñe ella irritada –No quiero tocarla, me da asco –
–Muévete –gruñe el lobo con impaciencia por lo que Kendra baja del auto y abre la puerta de mi lado para tomar mi bolsa, la cual, llevo a mis pies
–Bonita nariz –digo burlonamente
–¿Qué? –
Aprovechando que ella levanta la cabeza para mirarme, le doy un fuerte golpe en la nariz.
–¡Perra! –gruñe dolorida al mismo tiempo que se cubre la nariz –¡Haz algo, idiota! –
–Ella no intentó huir, que seas tan estúpida para quedarte ahí sin moverte, no es mi problema –gruñe el lobo con irritación –Saca el maldito teléfono y apágalo –
A regañadientes, Kendra saca mi teléfono de mi bolso, el cual, tira en la carretera antes de apagarlo.
–¿Ahora qué? –gruño