—¿Mia? ¿Sigues ahí? —preguntó con su voz ronca—, No nos hagas esto, podemos arreglarlo…
—También te amo, Alessandro—respondí firme y pude escuchar un suspiro de alivio de su parte—, Pero Annie siempre estará primero que cualquier hombre, no estoy dispuesta a perderla. Lo siento…
—¿A perderla? ¿De que estas hablando? —preguntó confundido.
—Alessandro sé que eres perseguido por la DEA, me contactaron y amenazaron. —respondí segura, no quería estar en medio de nada—, Esa chica dijo que me quitarían a Annie si no colaboraba para ellos, no pienso hacerlo. Ella es lo único y lo mas importante que tengo, jamás la pondría en riesgo por nada ni nadie. —sentencie.
—¡Por un carajo, Mia! ¿Por qué no me lo dijiste? Ellos no te harán n