Capítulo 79 Déjame ayudarte
Carla caminó por distintos lugares dentro del hospital, pero no encontraba a Luca y a Eleonor.
— ¡¿Dónde se metieron ustedes dos?! ¡Ya verás, Luca! Les voy a montar un buen espectáculo. —se decía a sí misma con la voz alta, con los dientes apretados.
Justo cuando Carla estaba a punto de doblar una esquina, una figura apareció de repente, bloqueando su camino. Era un hombre alto y corpulento, vestido con un uniforme de seguridad, con su rostro inexpresivo y sus brazos cruzados. Se plantó frente a ella como un muro.
—Señora, le ruego que baje la voz —dijo el vigilante con una calma que a Carla le pareció exasperante. Su tono era grave, autoritario, y no había rastro de la habitual deferencia que los hombres le mostraban.
Carla lo miró de arriba abajo, indignada.
— ¿Y usted quién demonios es para decirme qué hacer? ¡Quítese de mi camino! ¡Tengo asuntos urgentes aquí!
El hombre ni se inmutó.
—Este es un hospital, no un mercado. Hay pacientes que necesitan silen