Melina le cuenta todo a la señora Costanzo. Ella no oculta ninguna información sobre por qué traicionó a Thomas. Melina espera que le crea, ya que será bueno tener a alguien que lo crea. Ha pasado un minuto desde que terminó de explicarse sentada en el sofá de la señora Costanzo en su sala.
—Te creo, querida—dice Kat, y los ojos de Melina se iluminan. No podía creer que Kat le creyera. Melina nunca imaginó que alguien creería que no tenía más remedio que traicionar a Thomas. Kat no tiene idea de cuánto significa para Melina que ella le crea. Eso es lo único bueno que ha pasado desde que ella llegó.
—