4. Los hombres no cambian
VALENTINE.
—No tendremos citas, sexo casual o conoceremos personas mientras esté vigente el contrato —dice Elijah y yo sonrío con diversión—. ¿Qué tiene de divertido lo que digo?
Me tomo mi tiempo para contestar y mastico con suma lentitud la exquisita carne de cerdo, soy amante del cerdo y Dios, este platillo es lo mejor que he comido en mi vida.
—Que dudo mucho que puedas mantener el pene dentro del bóxer durante seis meses, Harry Potter —digo con burla y tomo un sorbo del vino espumoso que estamos tomando—. Así que, nada de tener una amante a mis espaldas, cariño.
Elijah me observa de manera intensa y sonríe con amplitud, no le había visto sonreír de esta manera nunca, ni siquiera con los que eran sus mejores amigos o conquistas cuando estudiamos juntos.
—¿Me estás retando, Valentine? —Inquiere con diversión, enarcando una ceja y asiento, mientras sigo comiendo. La comida está exquisita como para permitir que se enfríe—. Entonces, si te digo que quiero tene