Llorar no traerá a mi hijo de vuelta

VALENTINE.

Abro los párpados completamente asustada al escuchar como ingresa a la habitación muchas personas, veo a un montón de personas vistiendo muy elegantes y reconozco al instante a varios, están muchos de los mejores abogados del país y de Nueva York reunidos aquí y no estoy entendiendo nada.

Busco a Elijah y a Camille con la mirada, pero no están en la habitación. Tomo el control remoto de la cama de hospital y presiono un par de botones hasta dejarla en una buena posición para poder verlos a todos.

Siempre me ha gustado tener el control de todo lo que sucede a mi alrededor, pero desde el accidente lo perdí. Elijah no ha querido hablar conmigo desde que se reunió con su padre el sábado en la tarde y hoy lunes mi habitación se encuentra llena de abogados.

Algo muy malo debió de haber ocurrido.

Al cabo de unos minutos en los que los abogados toman asiento y se ponen cómodos, Elijah y su madre entran a la habitación y yo los observo con una gr