Capítulo 1: Golpe bajo

1. Golpe bajo.

ELIJAH.

No puedo evitar no reprimir la enorme sonrisa que tengo en el rostro, son muy pocas las veces que papá quiere verme estando en la empresa. Así que, lo más probable, es que me dé noticias sobre mi tan anhelado ascenso.

He esperado quince años por ese momento, desde que robó la multinacional que le heredaron mis abuelos a mamá y cambió su nombre, no hay día en el que no sueñe con devolverle lo que le pertenece.

Ojalá mamá nunca le hubiera prestado atención, no me importa no haber nacido, dado que así se habría ahorrado todo el sufrimiento que le causó mi padre, la engañó con su mejor amiga, le quitó la custodia de su único hijo y le robó la multinacional que le dejó mi abuelo de herencia.

Toda una joya, William Potter.

Saludo a mi secretaria al salir de la oficina y me dirijo hacia el ascensor al final del pasillo, si me nombra Director Ejecutivo, haré una enorme fiesta el fin de semana y le pediré a mi madre que venga al país a celebrarlo y comenzar el proceso de devolución de la multinacional y demandar a papá.

Estoy tan feliz que incluso comienzo a tararear la melodía del ascensor, en otro momento me parecería molesta, pero justo ahora no. No me había sentido así de feliz desde hace quince años, cuando tenía catorce años y aun mis padres no se habían separado.

El secretario de mi querido padre asiente en mi dirección con mala cara y yo le devuelvo el gesto, nunca nos hemos agradado y tampoco creo que eso suceda cuando me convierta en el Director Ejecutivo, ya que lo cambiaré de lugar.

—Buenos días, papá —lo saludo con una sonrisa en el rostro—. ¿Cómo está?

Tomo asiento en el sofá y él me observa con molestia, como si le hubiera hecho algo malo. Pero hasta el momento, no.

—¿Qué buen día puedo tener si al tomar el periódico lo primero que veo es que mi único hijo sale en la portada por un escándalo? —Inquiere con calma y eso me asusta, papá nunca actúa de esa manera—. ¿Cuándo será el día en el que dejes de meterte en problemas por acostarte con mujeres casadas o con putas que luego van a los medios a vender la historia?

No contesto, no creo que sea de su incumbencia con quiénes me acuesto mientras siga haciendo excelente trabajo como el de los últimos diez años y no lleve a la empresa a la quiebra o malverse los fondos para gastarlo con prostitutas.

—¿Por qué no contestas, Elijah? ¿Qué m****a te hice para que lo único que hagas sea darme dolores de cabeza?

Destruir nuestra familia, traicionar a mamá, robar su empresa, casarte con la puta de su amiga, hacerme infeliz desde que era un niño. Nada, papá, no has hecho nada malo. Quiero contestar eso, pero me abstengo. Justo ahora no es el momento de demostrarle cuánto lo odio.

—Debido a que nunca has mostrado arrepentimiento ni has dejado de causar escándalos, he decidido intervenir —Alzo una ceja de manera inquisitiva, esperando que continúe, porque no me gusta el rumbo que está tomando la conversación—. Te daré dos opciones, Elijah: empiezas una relación con una buena mujer y dejas de causar escándalos o le daré la multinacional a Frederick, tú decides.

Lo observo con incredulidad, asimilando el golpe bajo que acaba de darme. Es un cínico, no puedo creer que quiera quitarme la empresa de mi madre y dársela al hijo de la mujerzuela con la que la engañó y se casó.

—Elijo la empresa, padre —contesto y sonríe con amplitud—. Dame dos meses y te daré lo que quieres, no más escándalos y una yerna decente.

Tengo tantas ganas de gritar y jalarme el cabello por la impotencia que siento en este momento, más me obligo a mantener la compostura y no darle un motivo más para que me arrebate el puesto por el que he luchado diez años.

No me voy a rendir ahora.

No dejaré de luchar por recuperar el legado de mi madre y por meter a este hijo de puta a la cárcel.

—Sabía que tomarías una buena decisión, Elijah —me felicita y siento tantas ganas de vomitar, me siento asqueado—. ¿Quieres que le diga a Sophie que te prepare citas a ciegas con las hijas de sus amigas?

—No, padre —me apresuro en responder, lo menos que deseo es que también elija a la mujer que voy a follarme—. ¿Leyó la propuesta que hice para que adquirir la empresa papelera que está en quiebra?

Asiente con la cabeza y lo veo buscar una carpeta entre el montón que tiene sobre el escritorio, solo quiero que me diga si aprobó o no la compra para largarme de aquí y no volver a verlo hasta dentro de un par de semanas.

—Lo hice y la apruebo, ponte en contacto con los dueños de la papelera y prepara el contrato de adquisición, esta es una buena oportunidad para hacer crecer más la multinacional —cuando encuentra la carpeta que le hice llegar hace un par de días, la abre y firma y sella los papeles—. ¿Cómo está tu madre? Tengo mucho tiempo sin saber de ella.

¿Acaso le interesa saber de mi padre? Reprimo a duras penas la carcajada irónica que quiere salir de mi garganta y le sonrío.

—Mamá está mejor que nunca —respondo sin dejar de sonreír—. Ella es una mujer fuerte, inteligente y muy trabajadora, se hizo incluso más rica que nosotros, siendo que lo somos a costa de tú robarle la multinacional de su familia.

La sonrisa en el rostro de papá se esfuma y me observa con molestia, ¿para qué molestarse si lo que digo es verdad? Me siento tan sucio por estar utilizando el apellido del ladrón que tengo por padre.

—Tal vez solo debería nombrar a Frederick, Director Ejecutivo y sacarte del juego de una vez por todas, Elijah —espeta.

—¿Y crees que yo voy a permitirlo? ¿No te bastó con robar el legado de la familia Relish como para también querer dárselo al hijo de tu puta? —Inquiero con calma, viendo cómo enrojece por la molestia—. Sabes que apenas ese bueno para nada tenga el control de la multinacional va a llevarla a la quiebra, ni siquiera es capaz de cerrar un maldito negocio sin tu ayuda o la mía, ¿crees que alguien así de incompetente esté capacitado para llevar el control de un imperio? ¿Vas a echar por la borda el trabajo que mi familia y tú han hecho durante años solo porque no te gusta que te digan la verdad? Te creía mucho más inteligente, padre.

Mi querido progenitor no contesta más y ambos nos dedicamos a observarnos durante no sé cuánto tiempo, viéndose dicha acción interrumpida cuando su secretario toca la puerta y papá le autoriza la entrada a la oficina.

—Señor, la abogada Baker está aquí —le informa y me echa una mirada que no me gusta ni un poco. Cambio de planes, voy a despedirlo, apenas sea nombrado Director Ejecutivo—. ¿La hago pasar o le pido que vuelva más tarde?

—Dile que pase —le ordena y este sale de inmediato, cerrando detrás de él la puerta. No me pienso mover de aquí durante todo el día, si él me jodió el día yo le voy a joder el suyo con mi presencia—. Ni una palabra fuera de lugar frente a la abogada, Elijah.

Le sonrío con inocencia y pone los ojos en blanco, no soy estúpido como para decir algo comprometedor frente a un abogado y más si es una desconocida.

—¿Qué cosa buena habré hecho este mes como para que me honres con tu visita, Valentine Baker? —Papá musita con alegría y yo palidezco al escuchar dicho nombre, ¿acaso ella es la chica a la que le hice la vida un infierno? Si papá llega a saber de eso, de manera definitiva va a echarme sin importarle nada, tengo que hablar con ella y pedirle perdón—. ¿Te presenté ya a mi futuro sucesor?

Observo con horror como Valentine sonrío con malicia y me observó de soslayo, dándome cuenta de que si no hago algo ella va a arruinarme la vida.

—¿Contratarme para que resuelva sus asuntos legales porque soy la mejor en lo que hago? —Pregunta con un toque de altanería, haciendo sonreír a mi padre—. No lo ha hecho, pero no hace falta, conozco muy bien a su querido hijo, estudiamos juntos en el instituto.

Papá sonríe y aplaude con alegría, sorprendiéndonos a ambos, haciendo que lo miremos con una gran interrogante en el rostro. Aunque creo saber por dónde va el asunto, quiere que salga con Valentine porque confía en ella y es alguien a quien aprueba.

—¿Y por qué no se han saludado si se conocen? —Pregunta—. Apuesto que no se han visto en años, sus rostros los delatan, ¿no es este un buen momento para recuperar el tiempo perdido?

Valentine y yo hacemos de cuenta que papá no ha dicho nada, ella abre su maletín y comienza a buscar algo, sacando minutos después algunas carpetas que le da a papá y que este ni siquiera se molesta en ojear y toma asiento frente a él sin que este se lo pida.

Papá ni siquiera la invitó a sentarse por simple cortesía.

—Leí la información que me hizo llegar a la firma y he venido por algunos papeles que hacen falta para que proceda a estructurar la demanda y conseguir el testimonio de los testigos —Valentine cambia de tema, adoptando un tono de voz profesional—. En esta hoja está lo que necesito, señor William. Agradecería mucho si pudiera enviarme hoy mismo los papeles para que así pueda comenzar y…

—Elijah va a acompañarte a buscar dichos papeles, él los tiene —la interrumpe y ella se pone de pie, entendiendo que él nos está echando de la oficina de una manera bastante obvia, arruinando mis planes de fastidiarlo. Así que, me pongo de pie y él vuelve a entregarle las carpetas que ella le dio minutos atrás sin siquiera echarles un vistazo—. Gracias por venir, señorita Baker, tenga un feliz día.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo