Capítulo 63. Te necesito
La mano de Leonid subió hasta el cuello de Aisha y ella sin poder evitarlo se apoyó en ella.
Leonid se acercó y ella levantó el rostro, los labios de ambos se rozaron y la puerta de la habitación se abrió de golpe.
Portia entró llorando muy afligida y sin importar que Aisha estuviera en medio se las arregló para abrazar a Leonid, gimoteando como niña sufrida.
—Casi muero de preocupación por ti —dijo contra su pecho llorando desconsolada.
Aisha quitó la mirada y mantuvo los ojos cerrados contando de diez a cero, la sola voz de Portia le causaba repulsión.
—Estoy bien, Portia —la consoló Leonid.
—Cuando me dijeron que te había caído una casucha encima pensé que habías muerto y que me habías dejado sola en este lugar horrible con toda esta gente extraña; me lo prometiste Leonid, no puede dejarme sola.
Aisha caminó hacia la puerta.
— ¡Aisha no te vayas! —le pidió Leonid con apremio.
—Debo ir con mi hermana, sé que me necesita.
Leonid apartó a Portia con