✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧ WENDY ✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧
Siempre tuve la costumbre de comparar cuando escribía. Sobre todo con la naturaleza: las estrellas, el cielo, el mar, el viento o el fuego. Los ojos de Tony me recordaban a las estrellas supergigantes azules. De esas que tienen la energía suficiente para iluminar miles de años luz de oscuridad a su alrededor.
Justo ahora, sus ojos me miraban con auténtica preocupación y deseo de ayudar. A pesar de que, juzgando por su aspecto y el de su sala, parecía que él tampoco la estaba pasando bien.
Demoré unos minutos la explicación que le debía. Mi respiración agitada aún me impedía hablar y pensar con claridad decente. Aún me costaba asimilar que ya estaba a salvo. Me sentía como una intrusa en la casa de Tony, sin embargo, él no me había recibido como tal. Todo lo contra