— Hagamos algo, ve a hablar con ella una vez más, ambos a solas, yo no me meteré. Créeme ella es alguien en quien puedes confiar y no necesitas ver cómo esposa, piensa en ella como una soldado más que trabajará para ti por un tiempo ¿Te parece?
— Pero…
— Es eso o nuestra madre se preocupara tanto que vendrá a intervenir en tu vida… ¿Quieres que eso pase?
— ¡Claro que no! — Gritó Darién de inmediato.
— Perfecto. Entonces, agarra valor y mucha paciencia, entra ahí a lidiar con tu próxima esposa. — Dijo Nelly sonriendo mientras daba una palmada en el hombro de su hermano Darién.
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— Lamento mucho lo de hace un momento. — Dijo Darién ingresando nuevamente al salón y cerrando la puerta.
— ¿No vendrá el Rey Nelly? — Preguntó Imery curiosa.
— No, seremos nosotros dos. Así que hablemos del acuerdo.
Decía Darién mientras se sentaba nuevamente.
— Ya que solo soy una esposa falsa y que la reputación de su majestad el Rey Dari—
En ese instante la joven fue interrumpida por Darién.
— Su