Samara Rogers
Abro los ojos porque despertarme lo hice hace mucho tiempo atrás. Me quedo mirando el techo y pensando lo que en verdad estoy haciendo, porque por primera vez puedo elegir el amor y he mandado todo a la punta del cerro por el dinero.
Sí, hasta yo misma me estoy juzgando, pero para una mujer a la que no le enseñaron a ser valiente, sino todo lo contrario… no queda más que agarrarse de lo que pueda para salvarse.
Crecí en una familia arruinada y a la que sólo le queda un poco de apellido y otro poco de empresas que se endeudan para mantener las apariencias y pagas las deudas anteriores. Mis padres adoptivos no pudieron tener hijos propios, por lo que adoptaron un hijo y cuatro hijas, todos interesados, entrenados para engañar y sacar el mejor provecho de todas las situaciones, aun cuando no se vean favorables para nosotros.
Y eso es lo que hice ahora.
Pero estoy cansada, no quiero pasar por esto de nuevo. El dinero que pueda sacar de este matrimonio es el que necesito para