— En realidad, y hablo por mí, aquí en el auto no follamos, solo fue manoseo y una muy buena mama …
— ¡Niall! – Rose le gritó exasperada - ¿Qué se traen entre manos ahora ustedes dos?
— Queremos que nos cortejes, nos sentimos abandonados y utilizados Rose, jugaste con nuestra inocencia juvenil, er