- Vine a la fiesta de compromiso del heredero, ¿acaso no soy miembro también de este clan? - respondió con ironía.
- Lo eres – escuchó una voz grave y vio acercarse a un hombre alto, con cara hermosa, ojos azules gélidos y cabello oscuro medianoche hasta los hombros.
Elegante e intocable, el prínc